Feria de San Jose en Tineo

La feria ganadera de Tineo, antaño una de las más importantes de la región, constata la reducción de operaciones pese a registrar más público que el año pasado

El recinto ferial de Santa Teresa, en Tineo, lució sus mejores galas para acoger la feria de San José. Esta feria ganadera, de enorme tradición en el concejo, congregó a una gran cantidad de gente en torno a las vacas, los caballos y la maquinaria de ocasión. Según los organizadores, se superó con creces la asistencia de años recientes, aunque se está lejos de lo que suponía esta feria hace veinte o treinta años. A simple vista, la feria lucía simplemente espléndida. La explicación del incremento de público puede residir en que Tineo es la única población de Asturias en la que el día de San José es festivo.

La cantidad de personas no ha sido óbice para que los ganaderos, en su mayoría, se hayan quejado del estado del sector. Es un ritual ya común en todos las reuniones de estos profesionales, pues no hay casi nadie que pueda rebatir que la caída de negocio, de ventas y también de precios está atacando al sector de manera grave.

Giordano Fernández, del pueblo tinetense de La Millariega, asegura que «esto ha bajado un 50 por ciento por lo menos. Lo que antes se vendía en 100 ahora cuesta quitárselo de encima a 50, así que ya me dirá usted que futuro le espera a esto». En su opinión, la feria de San José es una buena muestra de ello y lo explica argumentando que «hace años aquí estaba todo el mundo, todo el mundo. Había que venir aquí para ser alguien en el mundo ganadero y no conozco a nadie que no viniera, de todas partes de Asturias. Ahora ya se ve, que vienen cuatro vacas de Salas y otras cuatro de Santander y asunto arreglao. Está claro que esto va para abajo a una velocidad tremenda».

Manuel Menéndez también es ganadero, y es de Salas. Su opinión coincide con la de su compañero: «da igual a quien preguntes, te van a decir lo mismo: el sector está fatal». Recuerda, con nostalgia, otras épocas en las que era muco más fácil vender y, en días como ayer, el movimiento de tratantes y reses era continuo desde por la mañana temprano. Ahora apenas si es una reunión de viejos amigos, tal y como explica Manuel: «Antes venías con una ilusión porque sabías que había negocio que hacer, pero ahora casi vienes a charlar con los amigos, con esos que ves cuatro veces al año, porque válgame Dios lo que se mueve esto».

El sindicato COAG y la Consejería de Medio Rural aprovecharon la jornada para certificar, con un diploma, a once personas que han aprobado el curso de ganadero.