viernes, 26 de febrero de 2010

La autovia del Cantábrico se retrasa a 2012


Fomento retrasa a 2012 la conclusión del último tramo de la Autovía del Cantábrico

El Ministerio achaca la demora en el trayecto de Mondoñedo a Lindín, en Galicia, a dificultades geológicas

Nuevo retraso en la fecha prevista para la apertura de la Autovía del Cantábrico en su integridad. El último tramo gallego no estará listo hasta marzo de 2012, al menos cuatro meses después del último plazo dado por el Ministerio de Fomento. El trazado que causa esta nueva demora se ubica entre Mondoñedo y Lindín, donde las obras están paralizadas desde la pasada primavera debido a las dificultades geológicas del terreno.

De acuerdo con lo anunciado por Fomento, todos los tramos pendientes en el Principado, tanto en el occidente como en el oriente de la región, irán concluyendo a lo largo de este año y del que viene. Por lo que se refiere a la comunidad vecina, de los nueve lotes que aún no han concluido, también irán abriendo todos ellos progresivamente a lo largo de este ejercicio y del próximo, con la única excepción del citado de Mondoñedo a Lindín, por donde no circularán los vehículos hasta la primavera de 2012.

De los catorce tramos en que se divide el itinerario gallego de la Autovía del Cantábrico, que suma algo más de 85 kilómetros de longitud total, únicamente hay cinco que se encuentran actualmente en servicio. Se trata de Ribadeo-Reinante, Reinante-Barreiros, Vilalba-Regovide, Regovide-Abeledo y Abeledo-Baamonde. Según los plazos anunciados por el Ministerio de Fomento, a finales de este año también estarán operativos para el tráfico los lotes Abadín-Castromaior, Castromaior-Touzas, Barreiros-Vilamar y Vilamar-Lourenzá. De esta forma, para el próximo año, quedarán pendientes las obras Lourenzá-Mondoñedo, Careira-Abadín, Touzas-Vilalba y Lindín-Careira.

A partir de este calendario, la apertura definitiva de la Autovía del Cantábrico queda en función de lo que suceda con la ejecución de las obras en el complicado tramo de Mondoñedo a Lindín, donde los trabajos, al diez por ciento de ejecución todavía, quedaron paralizados en abril del pasado año por las especiales dificultades del terreno.

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