El Concejo de Tineo plantará mas de 3000 cerezos

Un plan municipal aspira a recuperar en fincas y montes los cerezos, antaño numerosos en la comarca l Se repartirán 3.000 plantas entre los vecinos
Por todo el Suroccidente, hace un tiempo, era muy común ver las márgenes de los caminos, de las fincas, llenos de arboles frutales, siendo el más popular de ellos el cerezo. Estos árboles de huerta, como eran conocidos por los lugareños, fueron eliminándose poco a poco a raíz de las -por otra parte necesarias- mejoras de las vías y las concentraciones parcelarias.

Ahora, un proyecto del Ayuntamiento de Tineo, apoyado por la fundación Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, pretende recuperar estos árboles en el concejo y también el tradicional arte del injerto. Esta labor consiste en introducir ramas, esquejes, de las variedades que se quieren conseguir (picotas, cerezas, dulces, guindas...) en cerezos salvajes para, de esta forma, domesticarlos y que produzcan lo que se pretende.

No quedan muchas personas en el Suroccidente que sepan injertar. Antes era algo totalmente natural para los chavales pero, como casi todo, se ha ido perdiendo.

Francisco Álvarez, de Yerbo, es uno de los que aún saben injertar. Desde muy pequeño lo aprendió para conseguir que los árboles de su casa produjeran frutos de la máxima calidad. Para Francisco Álvarez, al que todos conocen como Paco, de casa Gómez, «lo peor que pasó fue que se paró todo por el ganado». Y explica: «Nos dio por las vacas y no por los árboles unos años, y no tendrían que haberse abandonado los cerezos. Hace unos quince años que volví a injertar los míos, cerezos, castaños, bueno, de todo». En opinión de Paco, «todo lo que se haga para devolver a la naturaleza lo que es suyo está muy bien. Injertar es muy fácil y este proyecto lo demostrará».

Porque la idea general no es sólo la recuperación del cerezo, sino que se instrumentarán una serie de actividades paralelas que doten de sentido a la inversión. Pablo Osendi, encargado municipal de llevar a cabo este tema, explica: «Queremos que sea algo integral: recuperación de 3.000 árboles, taller de injerto, reparto para la plantación en huertas y fincas, incluso va un curso de cocina para sacarle todo el partido a las cerezas, desde tartas a licores pasando por mermeladas».

El presupuesto total con el que cuenta el proyecto es de 89.000 euros para el primer año, y se pretende continuar un segundo año. A este paso, Tineo acabará como el Jerte.