viernes, 19 de febrero de 2010

112 nuevos estableciemientos turisticos en Asturias en 2009

La oferta rural volvió a protagonizar el tirón, con 75 nuevos alojamientos que elevan a 15.332 el total de habitaciones
La crisis turística de 2009 no frenó el crecimiento del sector en el Principado. En el año en que la principal industria del país sufrió un bajón histórico -sin precedentes en anteriores ejercicios económicos-, los datos desvelan que la oferta asturiana siguió sumando plazas: 2.327, llegadas de la mano de 112 establecimientos de nueva apertura.
Aunque el tirón volvió a protagonizarlo el sector rural, imparable desde que en 1992 se abrieron las primeras casas de aldea en Asturias, lo cierto es que en el balance también aparecen flamantes hoteles, 11 en total, la mayoría de cuatro estrellas (8), abiertos en el año en el que la hotelería asturiana perdió un 8% de clientes. El mismo número de aperturas, 11, tuvieron como protagonistas a los apartamentos turísticos, con 394 nuevas plazas en el mercado.
El listado de aperturas, que hace que la suma final sea positiva, no significa que no haya habido bajas. En 2009 también hubo cierres: 10 en total, que afectaron a tres hoteles de dos estrellas (uno en Occidente y dos en Oriente), tres de una estrella (también uno en el Occidente y dos en el Oriente), un hostal (en el Occidente) y tres pensiones (en la zona centro). Entre todos suman 176 plazas menos.
Así lo desvela la comparativa de las estadísticas del Sistema de Información Turística de Asturias (SITA) relativas a los años 2008 y 2009. Pese a los cierres citados, el sector turístico asturiano sumó, entre ambos ejercicios, 2.327 plazas más gracias a 112 nuevos establecimientos. La mayoría de ellos (75) son empresas que explotan la oferta rural, sobre todo en forma de apartamentos, de los que se pusieron en marcha 36 que suman 554 plazas a una disponibilidad que ya supera las 6.000.
«Sobran el 20%»
Junto a estos, las casas de aldea también han seguido ganando adeptos, con 26 nuevas edificaciones de este tipo. La cifra, aunque abultada, sólo supone 169 plazas nuevas, puesto que estos establecimientos tienen que cumplir ajustado requisitos de tamaño para recibir el calificativo de 'casa de aldea'. Como también tiene que cumplirlos el tercer elemento de la joya de la corona turística del Principado: los hoteles rurales, que tampoco se libran del crecimiento. En 2009 se contabilizaron 13 nuevas empresas o, lo que es lo mismo, 293 habitaciones más en el mercado.
En total, los empresarios rurales añadieron a la oferta de alojamiento asturiana 1.016 plazas, con lo que este subsector ya alcanza, por si solo, las 15.332 habitaciones. Roza así el 20% de la disponibilidad total de la región, a la que sólo le faltan 946 para llegar a las 80.000.
Precisamente, el porcentaje que ocupa la oferta rural en el conjunto de Asturias es idéntico al que Adriano Berdasco, presidente de la Federación Asturiana de Turismo Rural (Fastur), cree que sobra en este tipo de alojamientos «puesto que estamos hablando de cifras absolutamente sobredimensionadas». En declaraciones a EL COMERCIO, Berdasco reiteró su idea de que el Gobierno regional «debe limitar» el crecimiento de la oferta, algo que, desde la Consejería de Cultura y Turismo siempre se ha respondido con una pregunta «¿quién le pone puertas al campo?».
Ideados hasta 4 años antes
Sobre todo, porque las cifras de usuarios parecen dar la razón a los que apuestan por invertir en estos alojamientos, ya que en 2009, el año crítico para el turismo español, la oferta rural asturiana ganó un 23% de clientes. Sin embargo, Berdasco cree que las aperturas «estaban en marcha antes de la crisis», puesto que estos establecimientos llevan, como mínimo, dos años de preparación antes de llevarse a cabo.
De hecho, asegura que «ya el año pasado, aunque fue bueno, vimos cómo muchos sólo abrían en los momentos más puntuales, algo que se repetirá este año». Es decir, que los empresarios sólo tendrán su negocio abierto en Semana Santa, el verano y los principales puentes del año.
Una opción que también barajan algunos empresarios hoteleros, que ya en años anteriores dejaron plantas cerradas, primero por falta de mano de obra para atender a los clientes y, después, por falta de clientes a los que atender. A diferencia de la oferta rural, los proyectos hoteleros suponen más años de gestación, hasta cuatro, por lo que abrir en plena crisis no fue una previsión, sino una mala coincidencia.
Así lo aseguran en el sector, donde también se oyen voces sobre el exceso de oferta para una región como Asturias, de poco más de un millón de habitantes. De hecho, actualmente sólo faltan 148 habitaciones para que la hotelería asturiana llegue a las 30.000 plazas.

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