martes, 16 de febrero de 2010

Los compradores de pisos de Las Campas, desconfian que se inicien las obras

«Aunque me devolviesen el dinero, aunque ahora hagan los pisos, ¿quién me devuelve los tres años de mi vida que llevo esperando por una casa?». Es la reflexión de Nuria Suárez y Manuel de la Fuente, una de las parejas afectadas por la paralización del proyecto de la plaza de Las Campas, en Tineo.

Hace ya tres años que adelantaron más de 40.000 euros para reservar lo que iba a ser su nueva vivienda en Las Campas a la empresa Urbasturias (grupo Mall) -también tramitaron letras de hipoteca-. Desde entonces no han visto como se colocaba ni un sólo ladrillo en la plaza, y como nadie les devolvía el dinero ni les ofrecía ninguna solución. «Nosotros teníamos un plan de vida, queríamos tener otro hijo, podríamos haber pedido el traslado para trabajar en Tineo.. Mil cosas que no pudimos hacer porque todo quedó parado por no saber si íbamos a tener casa aquí. Eso no te lo devuelve nadie».

Sobre la plaza de Las Campas planea un proyecto urbanístico llamado a convertirse en emblema de Tineo con bloques de viviendas, bajos comerciales, aparcamiento -tanto público como privado- y oficinas para ofrecer, de forma centralizada, los servicios administrativos que presta el Principado en el concejo. Con el inicio de las obras previsto para el año 2007, a estas alturas todo tendría que estar finiquitado, pero la crisis económica, según la adjudicataria, Urbasturias, impidió conseguir financiación y el proyecto quedó completamente paralizado. Los compradores que habían adelantado dinero se quedaron en tierra de nadie, sin ningún tipo de solución. Ahora, Urbasturias asegura que está a punto de conseguir un crédito para poner en marcha las obras.

José Manuel Villarejo es otro de los afectados. En su caso tiene claro que lo que más le preocupa es que se haga su vivienda: «Ahora dicen que pueden empezar las obras. Nosotros no nos creemos nada, somos muy escépticos, pero lo que queremos es que se haga lo antes posible».

Estos tres afectados se vieron sorprendidos por las declaraciones de uno de los administradores de Urbasturias, Luciano Huelga, quién aseguraba que no tendrían problema en llegar a acuerdos con todos los que habían puesto dinero. «Hasta ahora nadie nos dijo nada nunca y es increíble que nos tengamos que enterar por la prensa de sus ideas o del futuro de nuestros pisos. Tampoco es verdad la cifra que dan de media, de unos 20.000 euros, de lo que aportaron los compradores. Al menos no es así en los casos que nosotros conocemos».

Uno de los aspectos en los que coinciden los tres es en recalcar que, en un principio, tenían mucha fe en el proyecto porque estaban implicadas tanto la administración regional como el Ayuntamiento. «Uno piensa que si parte de los beneficiarios son los estamentos públicos se va a luchar más para que esto salga adelante. Pero ya hemos visto que eso, en el fondo, no ha servido de mucho. No es que queramos culpar a nadie de la administración de la situación, pero no han servido para que esto se hiciera tal y como debían».

Tal y como están las cosas se muestran muy cautos sobre el estado del proyecto. Han pasado por tantas decepciones, y han sido tantas las veces que se les ha pedido paciencia que esta se les ha agotado. «Estaría bien que dejaran de darnos largas y de darnos la razón, y que empezaran a portarse con seriedad, que nos den el dinero y que nos lo pidan cuando tengamos las llaves de los pisos con el edificio ya hecho», dice Villarejo. Nuria Suárez remata: «Queremos que se nos trate con justicia. Se han saltado las leyes básicas de cualquier comercio, desde la época del trueque».

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